En un momento tan decisivo como éste, el alumno debe contar con la ayuda que necesite para hacer frente a su futuro.
Esta etapa de desarrollo lo es a su vez de confirmación de la adultez y de la personalidad. Es por ello que el estudiante necesitará un apoyo emocional constante. Si conseguimos un equilibrio en ese entorno, tendremos la mitad del trabajo hecho.
La primera fase de este periodo académico es principalmente preparatoria, no obstante, el alumno tiene que decidirse por el itinerario académico según sus preferencias en cuanto a estudios superiores, ya sean universitarios o profesionales. Por esta razón, la labor de orientación al alumnado es fundamental en esta etapa, ya que muchas de las decisiones que tome el estudiante, tendrán repercusión en su vida académico-profesional y social, por lo que es vital saber asesorar a cada alumno para que escoja su propio camino entre las diferentes opciones.
Después de orientar y asesorar al alumno de manera científica, sus necesidades básicas son:
- Un profesorado especializado capaz de transmitir de manera eficaz no sólo conocimientos, sino también seguridad.
- Técnicas de estudio avanzadas, orientadas a la práctica de la investigación, cultivando un estudio activo.
- La mejor base posible.
- Practicar diariamente con ejercicios de concentración máxima, lo que les ayudará enormemente en las ciencias exactas en general y con las matemáticas en particular, ya que son un instrumento de precisión que requieren una absoluta concentración para no cometer errores, y menos el día del examen.
Se trata de una etapa básica en la que el alumno se juega su futuro académico. Por ello, es necesario apoyarle en todo lo necesario, pero procurando que aprenda el valor del trabajo, la constancia y el esfuerzo.